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Cómo mudarme de los EE. UU. al Reino Unido transformó mi salud

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Cuando Emily Johnson se mudó de los Estados Unidos al Reino Unido, no solo experimentó un cambio de escenario; vivió una transformación completa en su salud. Lo que comenzó como una simple reubicación pronto se convirtió en el catalizador para un viaje hacia el bienestar, con menos estrés, piel más clara y un renovado sentido del equilibrio.

La vida en los EE. UU.: la lucha por mantenerme saludable

Como muchos estadounidenses, Emily estaba familiarizada con los consejos de salud que circulan por todas partes: reducir el estrés, caminar más, comer mejor y pasar tiempo al aire libre. Como escritora de salud en EE. UU., no le eran desconocidas estas pautas, pero implementarlas en su vida personal resultaba difícil. En los EE. UU., caminar era una lucha constante. Ya fuera por la falta de espacios adecuados para peatones o el estilo de vida ajetreado que requería conducir a todas partes, conseguir los pasos suficientes cada día parecía una tarea imposible. Las presiones del trabajo y de la vida cotidiana hacían que gestionar el estrés fuera un desafío constante, y aunque sabía lo importante que era reducir el consumo de azúcar, Emily a menudo caía en la tentación de la comida rápida y los dulces. «Después de un día ajetreado, visitar Culver’s o Chick-fil-A era simplemente demasiado fácil», recuerda Emily. «Y cuando comencé a ser autónoma, perdí por completo el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La atención médica fue otro problema: aunque técnicamente tenía seguro, no entendía cómo usarlo ni qué cubría». Frustrada por la lucha constante por mantener un estilo de vida saludable, Emily decidió tomarse un descanso y viajar durante un tiempo. Esta decisión la llevaría al Reino Unido, donde todo cambiaría.

Un nuevo comienzo en el Reino Unido

El viaje de Emily dio un giro inesperado cuando comenzó una relación con un británico que sugirió pasar cinco meses en su ciudad natal en las Midlands del Reino Unido. Al principio, Emily se mostró escéptica. Temía que el Reino Unido fuera como su ciudad natal en los EE. UU., solo que con más lluvia. Sin embargo, lo que encontró fue una tranquila y pintoresca ciudad construida a lo largo de un canal, nada como lo había imaginado. La pequeña ciudad ofrecía un contraste radical con su vida en los EE. UU. Emily podía caminar fácilmente hasta la tienda de comestibles, que estaba llena de productos frescos y asequibles. Varios gimnasios estaban a diez minutos a pie de su apartamento, y a pesar de la lluvia frecuente, los lugareños se saludaban cordialmente, creando un ambiente que se sentía acogedor y relajante. «Podía fácilmente alcanzar los 10,000 pasos al día solo haciendo cosas cotidianas, como caminar para tomar un café o visitar amigos», dice Emily. «El cambio fue inmediato. Mi piel mejoró, mi nivel de estrés bajó y ya no sentía la necesidad constante de azúcar que tenía en los EE. UU.». Aunque Emily seguía manejando su mismo negocio con los mismos clientes y las mismas horas, su salud física y mental mejoró casi de inmediato. El ritmo de vida en el Reino Unido le permitió relajarse y concentrarse en lo que más importaba: su salud.

El diente dulce que desapareció

Uno de los cambios más notables fue la desaparición del diente dulce de Emily. En los EE. UU., ella tenía un fuerte deseo de comer dulces que comenzaba por la mañana y persistía durante todo el día, alcanzando su punto máximo después de la cena. Sin embargo, en el Reino Unido, su deseo por el azúcar desapareció casi por completo. «Casi no sentía ganas de comer algo dulce, salvo por un dulce ocasional los fines de semana», explica. «Fue una diferencia radical respecto a mis antojos de azúcar en los EE. UU., que eran constantes».

Un breve regreso a los EE. UU.

Después de pasar cinco meses en el Reino Unido, Emily y su pareja regresaron brevemente a los EE. UU. para finalizar su solicitud de visa. No pasó mucho tiempo antes de que sus viejos hábitos volvieran a aparecer. Desde el momento en que llegaron, la familia de Emily los recibió con sus dulces estadounidenses favoritos, y la conveniencia de la comida rápida resultó demasiado tentadora. «La comida rápida estaba más sabrosa de lo que recordaba», admite. «Y mis tranquilos paseos por el canal se convirtieron en un viaje en auto de 15 minutos al gimnasio. Antes de darme cuenta, mi diente dulce había vuelto, y me costaba más que nunca alcanzar los 10,000 pasos al día».

Establecerse en el Reino Unido para siempre

Después de pasar unos meses en los EE. UU., se aprobó la visa de Emily, y regresó al Reino Unido para quedarse definitivamente. Esta vez, estaba comprometida a abrazar su nuevo estilo de vida. «Vivir en el Reino Unido cambió todo para mí», reflexiona Emily. «Fue como presionar el botón de reinicio. Los problemas de salud que enfrentaba en los EE. UU. desaparecieron cuando me mudé a un entorno más relajado, donde caminar, comer alimentos frescos y gestionar el estrés se volvieron mucho más alcanzables». Ahora, viviendo en el Reino Unido, Emily continúa disfrutando de un estilo de vida equilibrado que apoya tanto su bienestar físico como mental. Los simples cambios en su entorno—desde caminar hasta la tienda hasta disfrutar de la atmósfera amistosa—tuvieron un impacto profundo en su salud. Para cualquier persona que se sienta abrumada por las presiones de mantener un estilo de vida saludable, la historia de Emily es un recordatorio de que a veces, solo hace falta un cambio de entorno para que lo que parecía imposible se vuelva posible.

Vivió en 60 países, ¡pero ESTA ciudad mexicana lo cambió todo!

Henrik

  • Fecha de actualización: marzo 24, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Hannah Dixon, coach de asistentes virtuales, reclutadora y fundadora de The Virtual Excellence Academy, ha vivido y trabajado en 60 países diferentes. Su tiempo en México, en particular, ha sido transformador tanto a nivel personal como profesional. Vivir en Guanajuato le ha permitido adoptar un estilo de vida más relajado mientras fomenta el crecimiento de su negocio.

Convertirse en nómada digital

En 2013, Hannah comenzó su viaje como nómada digital. Se lanzó al emprendimiento y eventualmente se convirtió en una exitosa asistente virtual de seis cifras. Inspirada por una expareja que trabajaba en línea, se sumergió en aprender todo lo posible sobre esta industria. La posibilidad de seguir viajando mientras ganaba dinero le resultó muy atractiva, y este camino le permitió vivir en más de 60 países. Aunque la emoción de viajar constantemente era innegable, también trajo consigo algunos desafíos, como la sensación de desconexión con los demás. Con el tiempo, Hannah decidió frenar un poco y centrarse en los lugares y las personas que realmente la hacían sentir bien.

Un ritmo de vida más lento

Hannah vivió dos años en Bangkok antes de mudarse a Nueva York con su familia. Luego pasó tiempo en Francia con su madrastra y vivió sola en Budapest. En 2021, decidió mudarse a Guanajuato, México. Desde su llegada, la ciudad se ha convertido en una base ideal para Hannah, su esposa y su perro. La estabilidad que ofrece le ha permitido que su negocio florezca.

Un cambio de planes en Austria

En abril de 2020, justo antes del confinamiento por la pandemia, Hannah tomó uno de los últimos trenes de Budapest a Graz, Austria, para estar con su pareja, quien estaba terminando su maestría. Como ciudadana estadounidense y británica, tenía derecho a vivir y trabajar en la zona euro. Sin embargo, después del Brexit, ese derecho fue revocado. Aunque solicitó la residencia, recibió una carta en la que le indicaban que debía salir del país. Cuando comenzó la pandemia, México fue uno de los pocos países que mantuvo abiertas sus fronteras. Varios nómadas digitales recomendaron a Hannah y su esposa mudarse a Guanajuato, y decidieron hacer el cambio.

Encontrando comunidad en Guanajuato

Guanajuato recibió a Hannah y su esposa con los brazos abiertos. Durante su visa de turista de seis meses, la pareja experimentó un nivel de conexión y facilidad que no habían encontrado en otros lugares. En poco tiempo, se convirtieron en parte de una comunidad diversa que se sintió como una familia elegida y recibieron una hospitalidad asombrosa de personas de todos los orígenes. En 2022, Hannah y su esposa recibieron su visa de residente temporal por cuatro años, lo que consolidó su estatus como residentes oficiales de México. El proceso de solicitud fue rápido, especialmente en el consulado de Kansas City, que procesó sus visas en el mismo día. Esta facilidad para vivir en México hizo que tareas como encontrar propiedades de alquiler fueran mucho más sencillas, gracias a la disponibilidad de números de WhatsApp para contactar con los propietarios.

El mundo de los «fixers»

Durante el proceso de reubicación, Hannah descubrió una industria completa de «fixers», personas que ayudan a los inmigrantes con diversas tareas como abrir cuentas bancarias, extender visas de residencia y comprar coches. A cambio de una tarifa, estos servicios facilitan los procesos burocráticos y hacen la vida de los expatriados más sencilla. Por ejemplo, Hannah y su esposa pagaron $290 por servicios de fixer para renovar sus visas de residencia, lo que incluyó transporte, orientación durante el proceso de la entrevista y ayuda para comprar un coche.

Crecimiento del negocio en México

La estabilidad que le brindó vivir en México permitió a Hannah centrarse más intensamente en su negocio. Con su nueva base, pudo enfocarse en estrategias de crecimiento, lanzar productos con más frecuencia, generar contenido atractivo en redes sociales y optimizar procesos. Vivir en un horario que coincide con el de sus clientes en EE. UU. también ha sido una ventaja significativa, permitiéndole gestionar mejor los horarios de trabajo y colaborar de manera más eficiente. Además, el tiempo y la energía mental que antes dedicaba a cuestiones logísticas como conseguir una conexión Wi-Fi confiable y encontrar alojamiento se ha recuperado, permitiéndole enfocarse más en el desarrollo de su negocio y crecimiento personal.

Adoptando un estilo de vida más relajado

Vivir en Guanajuato ha impulsado a Hannah a adoptar un estilo de vida más relajado. La ciudad tiene un ambiente acogedor, donde los encuentros casuales con extraños a menudo se convierten en amistades duraderas. Ya sea a través de grupos locales de Facebook o conversaciones espontáneas en la calle, Hannah y su esposa han sentido una fuerte sensación de comunidad. Este ritmo más lento le ha permitido a Hannah tener más tiempo libre y descanso, lo que a su vez la mantiene mentalmente enfocada. Su horario flexible le ha facilitado tomar decisiones más inteligentes sobre dónde invertir su tiempo, como expandir su equipo, adquirir más clientes y estudiantes, y promover sus servicios.

Encontrando equilibrio en México

Para Hannah, México ha ofrecido el equilibrio perfecto. El país brinda una amplia gama de experiencias, desde las montañas hasta la bulliciosa Ciudad de México y las tranquilas playas, permitiéndole explorar diferentes estilos de vida y entornos.

Desafíos en México

Si bien a Hannah le gusta su vida en México, hay algunos aspectos que le resultan menos atractivos. Por ejemplo, el ruido de la calle y el constante ladrido de perros pueden ser molestos. Además, el trato hacia los animales es una preocupación en algunas zonas, ya que muchos están desnutridos y carecen de socialización. Sin embargo, Hannah se mantiene optimista, ya que hay organizaciones que trabajan para mejorar estas condiciones.

Una base sólida en casa

A pesar de los desafíos, México ha proporcionado una base estable y acogedora para Hannah y su esposa. Aunque siguen abiertas a nuevas experiencias y viajes, están contentas con su decisión de vivir en Guanajuato. Después de que termine su residencia temporal de cuatro años, planean solicitar la residencia permanente.