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Una botella de vino a la semana: ¿puede ser buena para tu salud cardíaca?

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Estudios recientes sugieren que beber una botella de vino a la semana, combinado con una dieta mediterránea, podría ofrecer beneficios para la salud del corazón similares a los de los medicamentos como las estatinas. Sin embargo, mientras algunos estudios apoyan esta idea, otros advierten sobre los peligros del consumo excesivo de alcohol. Entonces, ¿cuál es la verdad?

El debate: ¿es el vino bueno para el corazón?

Durante años, la investigación ha estado dividida sobre los efectos del vino en la salud del corazón. Algunos estudios apuntan a los beneficios del consumo moderado de vino, mientras que otros advierten contra el exceso. El desafío ha sido la dependencia de los informes autoinformados sobre el consumo de alcohol, los cuales a menudo pueden ser inexactos.

Un nuevo enfoque: medir el consumo de vino a través de la orina

Para obtener una imagen más precisa, un estudio reciente se centró en un marcador objetivo del consumo de vino: los niveles de ácido tartárico en la orina. Este químico, presente en el vino, permitió a los investigadores eludir las imprecisiones de los autoinformes. El estudio utilizó datos de un proyecto de investigación sobre la dieta mediterránea, un plan alimenticio saludable para el corazón que es rico en aceite de oliva, verduras, pescado y nueces, y bajo en alimentos procesados. Se siguió a 1.232 adultos mayores con alto riesgo de enfermedades cardíacas, recogiendo muestras de orina al inicio del estudio y nuevamente un año después.

Los hallazgos: ¿cómo afecta el vino la salud del corazón?

A lo largo de cuatro a cinco años, los participantes desarrollaron 685 casos de enfermedades cardíacas, incluidos infartos, accidentes cerebrovasculares y muertes por enfermedades cardiovasculares. Los resultados fueron sorprendentes:
  • Los participantes que bebieron entre 3 y 12 copas de vino al mes tuvieron un 38% menos de riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con aquellos que bebieron menos de una copa al mes.
  • Aquellos que consumieron entre 12 y 35 copas al mes experimentaron un 50% menos de riesgo.
  • Sin embargo, beber más de esta cantidad redujo los beneficios para la salud del corazón.
Estos hallazgos, publicados en European Heart Journal, sugieren que el consumo moderado de vino podría reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente cuando se combina con una dieta mediterránea.

Opiniones de expertos

El profesor Ramón Estruch, investigador principal de la Universidad de Barcelona, explicó que al analizar el ácido tartárico en las muestras de orina, pudieron medir el consumo de vino con mayor precisión. “Los resultados fueron mucho más fuertes de lo que otros estudios habían mostrado. Una reducción del 50% en el riesgo podría ser incluso mayor que los beneficios de algunos medicamentos, como las estatinas”, dijo. Estruch también señaló que el consumo moderado de vino podría explicar hasta el 20% de los beneficios atribuidos a la dieta mediterránea. Este porcentaje podría ser aún mayor, según los resultados del estudio. Sin embargo, advirtió que el estudio se centró en un grupo específico: adultos mayores que vivían en una región mediterránea con un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que los hallazgos pueden no ser aplicables de manera universal. La edad ideal para comenzar con el consumo moderado de vino parece ser alrededor de los 35-40 años. Además, las mujeres deberían consumir la mitad de la cantidad recomendada para los hombres, y lo ideal es beber vino con las comidas.

El papel de la dieta: el vino y la alimentación saludable para el corazón

Aunque el consumo moderado de vino parece ofrecer beneficios para la salud del corazón, el profesor Paul Leeson, cardiólogo de la Universidad de Oxford, destacó la importancia de una dieta saludable. «El vino puede ayudar, pero es crucial que se consuma dentro de un patrón alimenticio saludable para el corazón, como la dieta mediterránea. Las personas que beben cantidades moderadas de vino y también siguen esta dieta podrían ver los mejores beneficios», dijo. Leeson también destacó que el estudio utilizó niveles de ácido tartárico como un marcador biológico, lo que es más preciso que los autoinformes sobre el consumo. Sin embargo, recordó que el estudio solo muestra una asociación, no una causa directa. Podría haber otros factores que contribuyan a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, como la dieta, el ejercicio y otros hábitos de vida.

¿Cuál es la conclusión?

El consumo moderado de vino podría, de hecho, contribuir a una mejor salud cardíaca, especialmente cuando se disfruta junto con una dieta mediterránea equilibrada. La clave, como con todo, es la moderación. Una botella de vino a la semana (o unas 35 copas al mes) parece ser beneficiosa, pero beber más de eso podría eliminar los beneficios. Antes de empezar a servirte una copa, recuerda que la moderación es clave, y el enfoque más saludable combina el vino con comidas nutritivas y hábitos generales saludables para el corazón.  

Rachel está en la mejor forma de su vida a los 44 – estos son sus 7 hábitos diarios

Henrik

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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El viaje de transformación de Rachel comenzó cuando se encontró en una encrucijada. Había ganado 30 kilos y se sentía atrapada en un ciclo de depresión, inseguridad y aislamiento. Con tres hijos menores de cinco años, estaba agotada y luchaba por mantenerse al día, tanto físicamente como mentalmente. Su energía estaba agotada, su cuerpo dolía constantemente y fue diagnosticada con osteopenia en ambas caderas. Tomó conciencia de la situación de golpe: si no hacía un cambio, no sería capaz de vivir la vida activa y aventurera que siempre había imaginado con sus hijos: esquiar, surfear y explorar el mundo juntos.

Rachel está orgullosa de su transformación

El punto de inflexión llegó en 2016 cuando su hermano la sentó para una conversación de corazón a corazón, diciéndole que ya no parecía la misma. Sus palabras le hicieron reflexionar. Sabía que era el momento de actuar. Reconoció que su mentalidad de perfeccionista y de todo o nada había sido un obstáculo. Años de atracones y dietas yo-yo habían pasado factura a su cuerpo y mente, pero esta vez, estaba decidida a hacer un cambio duradero, uno basado en la sostenibilidad y el equilibrio.

Haciendo un cambio

A los 40 años, comenzó poco a poco caminando alrededor de su manzana. Esas caminatas se convirtieron en viajes al parque, que finalmente llevaron a breves entrenamientos en casa de 25 minutos. A medida que su confianza crecía, también lo hacía su compromiso. Se unió a un gimnasio y comenzó a hacer ejercicio cinco días a la semana. Su rutina incluía HIIT y entrenamiento de fuerza, con un par de sesiones de cardio de baja intensidad como caminar o usar la elíptica para equilibrar las cosas.

La nutricionista y coach de bienestar Rachael Sacerdoti sigue una rutina diaria sostenible

A lo largo de este viaje, ha adoptado la idea de sostenibilidad. Si algo no es sostenible, no lo hará. Ha aprendido que el equilibrio es clave: quiere disfrutar de su vida, no vivir en restricción. Esta filosofía le ha permitido mantener su progreso sin sentirse privada o abrumada. Atribuye su éxito a estos siete hábitos diarios…

Sus hábitos diarios

Chequeo de mentalidad Prioriza el progreso sobre la perfección y ha dejado atrás la mentalidad de todo o nada. Este cambio de mentalidad ha sido crucial para su éxito a largo plazo. Entrenamientos diarios Su enfoque combina entrenamiento de fuerza con cardio de baja intensidad. Realiza cinco sesiones semanales, enfocándose en la sobrecarga progresiva para desafiarse constantemente.

Rachel trabaja duro en su rutina de fitness y bienestar

Nutrición equilibrada Prioriza los alimentos integrales y una dieta alta en proteínas. Su día típico incluye tres comidas y un snack, a menudo complementado con un batido de proteínas. Apunta a 140 gramos de proteínas la mayoría de los días. Movimiento Cada día apunta a 7.000-10.000 pasos. El movimiento general es vital no solo para quemar calorías, sino también para mantener los niveles de energía y aliviar las molestias en las articulaciones.

Rachel siempre se mantiene activa

Hidratación Se empuja a sí misma a beber al menos 2,5 litros de agua diarios. No siempre es fácil ya que no es una gran bebedora de agua, pero sabe que es esencial para su salud y se siente mucho mejor por ello. Descanso y recuperación Su alarma de sueño suena a las 10 p.m. para recordarle que es hora de priorizar el descanso. Dormir lo suficiente es una prioridad innegociable, especialmente cuando debe equilibrar sus objetivos de fitness con la dirección de un negocio y el cuidado de su familia. Suplementos Su régimen diario incluye cinco gramos de creatina, vitamina C, bisglicinato de magnesio y ashwagandha antes de acostarse para apoyar su bienestar general.

Unas palabras sobre la motivación

Su último consejo: la motivación es efímera. Es fácil sentirse motivado antes de unas vacaciones en la playa o un evento especial, pero no dura. Es por eso que no se basa solo en la motivación. En su lugar, ha construido una base de disciplina que la lleva a través de los días en los que no lo siente. Tiene una regla simple: si después de 10 minutos aún no se siente motivada, se permite detenerse. Pero casi cada vez, se empuja y termina teniendo una gran sesión. Se trata de aparecer, día tras día, y hacer del fitness una parte no negociable de su vida.