La forma en que los estadounidenses ven el alcohol está evolucionando. Mientras que las generaciones más jóvenes beben menos, todavía hay mucha confusión sobre su impacto en la salud. Muchos mitos antiguos persisten, formados por la cultura y la tradición. Para aclarar la confusión, los expertos revelan la verdad sobre algunos de los mitos más comunes relacionados con el alcohol. Esto es lo que necesitas saber.
Mito #1: una copa de vino rojo es buena para el corazón
Durante años, se ha creído que el vino tinto tiene beneficios para la salud del corazón, especialmente debido a su contenido de antioxidantes. Los estudios sugieren que el consumo moderado de alcohol—una copa al día para las mujeres y dos para los hombres—podría incluso contribuir a una vida más larga. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que el alcohol en sí probablemente no ofrece beneficios para la salud.
George F. Koob, director del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, explica que quienes beben moderadamente suelen llevar un estilo de vida más saludable en general, lo que contribuye más a su longevidad que el alcohol mismo. Factores como el ejercicio regular y las visitas frecuentes al médico son clave.
En cuanto al resveratrol presente en el vino tinto, Jessica Marcus, nutricionista dietista registrada, señala que las evidencias que respaldan su papel en la prevención de enfermedades del corazón son débiles. De hecho, para obtener algún beneficio terapéutico del resveratrol, tendrías que beber más de 100 copas de vino, lo cual claramente no es una estrategia viable.
Mito #2: un «nightcap» antes de dormir ayuda a dormir
Durante siglos, la idea de un «nightcap»—una bebida antes de dormir para ayudar a conciliar el sueño—ha sido parte de la cultura popular. Sin embargo, la ciencia no lo respalda. Aunque el alcohol puede ayudarte a dormir rápidamente, interrumpe tu ciclo de sueño, lo que conduce a un descanso de menor calidad y a despertares nocturnos.
Koob explica que el alcohol disminuye el sueño profundo y reparador, y Katherine Keyes, profesora de epidemiología en la Universidad de Columbia, agrega que el consumo de alcohol antes de dormir está asociado con un sueño más interrumpido y un ritmo cardíaco más alto.
Mito #3: introducir a los niños al vino ayuda a tener una relación saludable con el alcohol
En algunas culturas, especialmente en partes de Europa, es común que los niños tomen un sorbo de vino durante las comidas familiares. Muchos creen que esta práctica cultural ayuda a los niños a desarrollar una relación más saludable con el alcohol cuando crezcan. Sin embargo, las investigaciones han demostrado consistentemente lo contrario.
Koob señala que en países como Francia, más adolescentes practican el consumo excesivo de alcohol que en los EE. UU., a pesar de la exposición temprana. Los estudios muestran que introducir alcohol a una edad temprana aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de alcohol. Cuanto antes comience alguien a beber, mayor será la probabilidad de problemas relacionados con el alcohol en el futuro.
Mito #4: el método del «hair of the dog»: beber una copa por la mañana cura la resaca
Después de una noche de excesos con el alcohol, muchas personas recurren al «hair of the dog»—una bebida al día siguiente para aliviar los síntomas de la resaca. Aunque parece que ayuda, agregar más alcohol solo prolonga la resaca y puede afectar la atención, la coordinación y el juicio, empeorando la situación.
Koob explica que beber más alcohol simplemente retrasa la recuperación y empeora los síntomas. Para prevenir la resaca, los expertos recomiendan beber lentamente, consumir alcohol con alimentos y alternar bebidas alcohólicas con agua.
Mito #5: el alcohol te calienta en días fríos
Cuando bajan las temperaturas, bebidas alcohólicas como el vino caliente o los ponches de temporada se consideran populares para calentarse. Sin embargo, los expertos dicen que el alcohol no te calentará realmente. De hecho, el alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten, creando una ilusión de calor, mientras que la temperatura central del cuerpo disminuye.
Koob advierte que esta «ilusión» de calor puede llevar a comportamientos arriesgados, como quedarse afuera demasiado tiempo o no vestirse lo suficientemente abrigado. Si bien el alcohol puede darte una sensación de calidez momentánea, no te ayudará a combatir el frío.