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Alimentos que son más saludables de lo que piensas

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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El guacamole puede ser un snack saludable si se prepara con ingredientes frescos. Los aguacates son ricos en grasas saludables para el corazón, fibra y vitaminas esenciales. Para reducir el contenido de grasa, sustituye la crema agria o el queso crema por yogur griego y añade verduras frescas. Además, puedes optar por salsas a base de vegetales o palomitas de maíz hechas al aire como alternativas ligeras.

Clásicos del desayuno

Los huevos, antes temidos por su contenido de colesterol, pueden aumentar el colesterol HDL («bueno») y favorecer la pérdida de grasa. Son una excelente fuente de proteína y nutrientes esenciales. Para un desayuno más saludable, elige panqueques de grano entero o prueba panqueques paleo con plátanos y harina de almendra. Añadir mantequilla de nuez les proporciona un extra de proteína.

Platos italianos

La comida italiana puede formar parte de una dieta equilibrada con algunos ajustes. Usa carnes magras como el pavo, reemplaza la pasta blanca por integral y opta por salsa de tomate casera para reducir el sodio. La lasaña también puede ser más saludable al añadir más verduras y sustituir los fideos por calabacín. Además, la pizza puede ser una opción nutritiva si se elabora con masa integral y se carga de verduras.

Burritos y comidas para llevar

Los burritos pueden ser una opción equilibrada si se preparan con tortillas de trigo integral, carnes magras y muchas verduras. Para hacerlos más saludables, omite la crema agria y el queso en favor de aderezos más nutritivos. Incluso las hamburguesas pueden volverse más sanas al elegir carne magra y evitar aderezos altos en grasa como el tocino y el queso.

Papas

Las papas, cuando se cocinan de forma adecuada, pueden ser una guarnición nutritiva. Son ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes. Para una opción más saludable, hornéalas o cocínalas al vapor en lugar de freírlas y acompáñalas con verduras o yogur griego en lugar de crema agria. Las batatas son una alternativa excelente, ya que ofrecen más nutrientes y menos calorías.

Mantequillas de nuez y mantequilla

La mantequilla de maní puede ser parte de una dieta saludable si se eligen versiones sin azúcar ni sal añadida. Es una buena fuente de grasas saludables y proteína. En cuanto a la mantequilla tradicional, las versiones de vacas alimentadas con pasto pueden aportar grasas saludables y favorecer la absorción de vitaminas liposolubles.

Pollo de carne oscura

El pollo de carne oscura es más saludable de lo que muchos creen. Contiene más grasas saludables y es rico en hierro, vitaminas B6 y B12, y zinc. Para mantenerlo saludable, evita freírlo y opta por cortes sin piel.

Café y alcohol (con moderación)

El café es una fuente rica en antioxidantes y puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y mejorar la salud mental cuando se consume con moderación. En cuanto al alcohol, algunas investigaciones sugieren que el consumo moderado podría reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Sin embargo, es importante controlar la cantidad para evitar efectos negativos.

Alimentos a base de soja

Los productos derivados de la soja, como el tofu, edamame y tempeh, son ricos en nutrientes y proporcionan proteína vegetal. Su consumo puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol, regular el azúcar en la sangre y aliviar síntomas de la menopausia. Para obtener los mayores beneficios, es recomendable elegir versiones orgánicas y no transgénicas.

Chocolate

El chocolate negro puede ser un dulce saludable si se consume con moderación. Es rico en antioxidantes, vitaminas y magnesio, lo que puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud del corazón. Opta por chocolate con un alto porcentaje de cacao para aprovechar sus beneficios sin excesos. Con estos simples ajustes y disfrutando de tus alimentos favoritos de manera equilibrada, puedes llevar una dieta nutritiva sin sentir que estás renunciando a lo que te gusta.

Una botella de vino a la semana: ¿puede ser buena para tu salud cardíaca?

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Estudios recientes sugieren que beber una botella de vino a la semana, combinado con una dieta mediterránea, podría ofrecer beneficios para la salud del corazón similares a los de los medicamentos como las estatinas. Sin embargo, mientras algunos estudios apoyan esta idea, otros advierten sobre los peligros del consumo excesivo de alcohol. Entonces, ¿cuál es la verdad?

El debate: ¿es el vino bueno para el corazón?

Durante años, la investigación ha estado dividida sobre los efectos del vino en la salud del corazón. Algunos estudios apuntan a los beneficios del consumo moderado de vino, mientras que otros advierten contra el exceso. El desafío ha sido la dependencia de los informes autoinformados sobre el consumo de alcohol, los cuales a menudo pueden ser inexactos.

Un nuevo enfoque: medir el consumo de vino a través de la orina

Para obtener una imagen más precisa, un estudio reciente se centró en un marcador objetivo del consumo de vino: los niveles de ácido tartárico en la orina. Este químico, presente en el vino, permitió a los investigadores eludir las imprecisiones de los autoinformes. El estudio utilizó datos de un proyecto de investigación sobre la dieta mediterránea, un plan alimenticio saludable para el corazón que es rico en aceite de oliva, verduras, pescado y nueces, y bajo en alimentos procesados. Se siguió a 1.232 adultos mayores con alto riesgo de enfermedades cardíacas, recogiendo muestras de orina al inicio del estudio y nuevamente un año después.

Los hallazgos: ¿cómo afecta el vino la salud del corazón?

A lo largo de cuatro a cinco años, los participantes desarrollaron 685 casos de enfermedades cardíacas, incluidos infartos, accidentes cerebrovasculares y muertes por enfermedades cardiovasculares. Los resultados fueron sorprendentes:
  • Los participantes que bebieron entre 3 y 12 copas de vino al mes tuvieron un 38% menos de riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con aquellos que bebieron menos de una copa al mes.
  • Aquellos que consumieron entre 12 y 35 copas al mes experimentaron un 50% menos de riesgo.
  • Sin embargo, beber más de esta cantidad redujo los beneficios para la salud del corazón.
Estos hallazgos, publicados en European Heart Journal, sugieren que el consumo moderado de vino podría reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente cuando se combina con una dieta mediterránea.

Opiniones de expertos

El profesor Ramón Estruch, investigador principal de la Universidad de Barcelona, explicó que al analizar el ácido tartárico en las muestras de orina, pudieron medir el consumo de vino con mayor precisión. “Los resultados fueron mucho más fuertes de lo que otros estudios habían mostrado. Una reducción del 50% en el riesgo podría ser incluso mayor que los beneficios de algunos medicamentos, como las estatinas”, dijo. Estruch también señaló que el consumo moderado de vino podría explicar hasta el 20% de los beneficios atribuidos a la dieta mediterránea. Este porcentaje podría ser aún mayor, según los resultados del estudio. Sin embargo, advirtió que el estudio se centró en un grupo específico: adultos mayores que vivían en una región mediterránea con un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que los hallazgos pueden no ser aplicables de manera universal. La edad ideal para comenzar con el consumo moderado de vino parece ser alrededor de los 35-40 años. Además, las mujeres deberían consumir la mitad de la cantidad recomendada para los hombres, y lo ideal es beber vino con las comidas.

El papel de la dieta: el vino y la alimentación saludable para el corazón

Aunque el consumo moderado de vino parece ofrecer beneficios para la salud del corazón, el profesor Paul Leeson, cardiólogo de la Universidad de Oxford, destacó la importancia de una dieta saludable. «El vino puede ayudar, pero es crucial que se consuma dentro de un patrón alimenticio saludable para el corazón, como la dieta mediterránea. Las personas que beben cantidades moderadas de vino y también siguen esta dieta podrían ver los mejores beneficios», dijo. Leeson también destacó que el estudio utilizó niveles de ácido tartárico como un marcador biológico, lo que es más preciso que los autoinformes sobre el consumo. Sin embargo, recordó que el estudio solo muestra una asociación, no una causa directa. Podría haber otros factores que contribuyan a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, como la dieta, el ejercicio y otros hábitos de vida.

¿Cuál es la conclusión?

El consumo moderado de vino podría, de hecho, contribuir a una mejor salud cardíaca, especialmente cuando se disfruta junto con una dieta mediterránea equilibrada. La clave, como con todo, es la moderación. Una botella de vino a la semana (o unas 35 copas al mes) parece ser beneficiosa, pero beber más de eso podría eliminar los beneficios. Antes de empezar a servirte una copa, recuerda que la moderación es clave, y el enfoque más saludable combina el vino con comidas nutritivas y hábitos generales saludables para el corazón.