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Las lecciones de una mujer de 101 años para vivir una vida larga y plena

Johannes

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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A la edad de 101 años, esta persona reflexiona sobre la sabiduría y las experiencias que han marcado su vida notable, ofreciendo valiosas ideas para los demás. En contra de la creencia común de que la vida termina después de cierta edad, argumenta que los años posteriores pueden ser los mejores, llenos de crecimiento y alegría. Nacida en Cleveland, Ohio, en 1922, enfrentó un comienzo difícil en la vida. Su padre, un contrabandista, fue trágicamente asesinado cuando ella tenía solo dos años, víctima de una guerra territorial de la mafia. Se casó joven, poco después de cumplir 19 años, y tuvo tres hijos, pero finalmente dejó un matrimonio infeliz después de 25 años, disfrutando de su independencia recién adquirida. En sus 40 años, comenzó a mantenerse por sí misma escribiendo para periódicos. Más tarde, después de casarse nuevamente, tuvo el privilegio de escribir novelas a tiempo completo. Hoy en día, en Austin, lleva una vida tranquila y plena, aún publicando libros—su noveno libro fue lanzado este año—, disfrutando de la compañía de sus seres queridos y continuando leyendo. Aunque su estilo de vida es más tranquilo ahora que en su juventud, atesora este tiempo y desea que otras personas de su edad pudieran adoptar la misma actitud. Aquí están ocho principios que la han guiado hacia una vida larga y feliz:
  1. Nunca creer que has «terminado»

Ella rechaza la idea de que la vida pierde su valor después de cierta edad. La sociedad a menudo presiona a las personas para que renuncien a la vida a medida que envejecen, pero esta mentalidad puede ser perjudicial. Todos tienen un potencial no descubierto que puede tardar toda una vida en revelarse, y es crucial seguir adelante en lugar de sucumbir a la idea de que uno está «terminado» después de alcanzar cierta edad.
  1. Relacionarse con personas de todas las edades

Las amistades con personas de diferentes edades han sido una fuente de sabiduría y vitalidad. Ella valora sus relaciones con personas mucho más jóvenes que ella, aprendiendo de ellas así como ellas aprenden de ella. Las lecciones de la vida son siempre cambiantes, y la interacción entre generaciones fomenta el crecimiento mutuo y ofrece nuevas perspectivas sobre la vida.
  1. Encuentra alegría en las pequeñas cosas

Ella cree que la felicidad se encuentra en los pequeños placeres cotidianos, no en los logros grandiosos. Aunque la sociedad a menudo asocia el éxito con logros monumentales, son los momentos simples—leer un buen libro, pasar tiempo con seres queridos—los que brindan una verdadera satisfacción. Reconocer y saborear estas pequeñas alegrías puede hacer una gran diferencia en el bienestar de una persona.
  1. Sé auténtico, cueste lo que cueste

La autenticidad es una piedra angular de una vida plena. Ella enfatiza la importancia de tener el coraje de ser uno mismo, incluso en situaciones difíciles. Ser fiel a uno mismo—ya sea para expresar desacuerdos o mantenerse firme en las creencias—mejora el autoconocimiento y fortalece las relaciones a largo plazo.
  1. Haz lo que te apasiona

Para ella, escribir es una fuente de profunda alegría y satisfacción. El trabajo creativo conecta con una parte del alma que proporciona energía y bienestar, y anima a los demás a encontrar lo que los hace sentir vivos—ya sea escribir, pintar, bailar o cualquier otra pasión. Hacer algo que se ama proporciona una conexión con las partes más profundas, a menudo inconscientes, de uno mismo.
  1. Mueve tu cuerpo, descansa tu mente

A los 101 años, sigue siendo físicamente fuerte, entrenando dos veces por semana con un entrenador. El ejercicio regular no solo la ha mantenido saludable, sino que, como le comentó un médico, probablemente le haya salvado la vida. Sin embargo, también enfatiza la importancia del descanso, especialmente para la mente, que necesita rejuvenecerse para seguir siendo aguda y resiliente.
  1. Evita Quedarte Atascado en la Negatividad

El pensamiento negativo puede ser debilitante, y ella anima a los demás a enfocarse en el optimismo. Aunque algunas personas tienden a ser pesimistas por naturaleza, es crucial desafiar esos pensamientos negativos y adoptar una visión más esperanzadora. Reconocer lo positivo, incluso en tiempos difíciles, es clave para mantener una mentalidad saludable.
  1. Haz Lo que Sabes que Debes Hacer

Cuando le preguntan sobre el secreto de la longevidad, ella insiste en que no hay misterio. Los principios para una vida saludable y feliz son simples: ejercicio, una dieta equilibrada, relaciones personales sólidas, autoconocimiento y un trabajo que te haga bien. El verdadero desafío radica en poner estos principios en práctica de manera constante, lo que requiere esfuerzo y dedicación. A través de estas lecciones, esta mujer de 101 años sigue viviendo una vida rica y significativa, demostrando que la edad no es un obstáculo para el crecimiento, la alegría y la plenitud.

El padre que se queda en casa, Ken Mac, comparte su experiencia: de ingeniero con un salario de seis cifras a cuidador a tiempo completo

Johannes

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Ken Mac, un padre de 43 años que se queda en casa en el área de Chicago, tomó la decisión de cambiar su vida y dejar su trabajo como ingeniero con un salario de seis cifras para hacerse cargo de sus cuatro hijos. Su esposa, Andrea, es la principal proveedora de la familia, ganando más de $500,000 anuales como directora de marketing de una firma de abogados. Durante los últimos siete años, Ken ha asumido el rol de padre que se queda en casa, manejando las tareas del hogar y criando a los niños mientras Andrea se concentra en su exitosa carrera.

Un cambio de carrera por la familia

Antes de convertirse en un padre que se queda en casa, Ken trabajaba como ingeniero de diseño de productos en una empresa global de fabricación industrial. Estuvo en la empresa durante 15 años, disfrutaba de su trabajo, construyó relaciones profesionales fuertes y tenía un buen salario. Sin embargo, cuando nació su tercer hijo, Ken y Andrea se dieron cuenta de que la dinámica familiar necesitaba un cambio. La carrera de Andrea avanzaba rápidamente y Ken sentía que uno de los padres debía quedarse en casa para cuidar de los niños. Después de considerar los costos del cuidado infantil, que habrían consumido una parte importante de los ingresos después de impuestos de Ken, decidieron que él se quedara en casa.

Abrazando los desafíos de la paternidad a tiempo completo

Aunque Ken no se arrepiente de su decisión, ser un padre que se queda en casa no siempre ha sido fácil. Extraña los logros y la identidad profesional que tenía con su carrera de ingeniería, además de las conexiones con amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, considera que la recompensa de pasar tiempo con sus hijos supera con creces su experiencia profesional anterior. «Nuestra familia no sigue los roles tradicionales de género», dice Ken. «No nos guiamos por eso, simplemente es la forma en que funciona nuestra familia, y se siente bien». La relación de Ken y Andrea ha permanecido fuerte a medida que sus roles han evolucionado, basada en el respeto mutuo, la comunicación y la comprensión. A pesar del arreglo no tradicional, su amor y atracción mutua han crecido con los años. Ken está especialmente orgulloso del éxito financiero de Andrea, y la pareja se asegura de comunicarse abiertamente para evitar que surjan resentimientos.

Navegando por la dinámica de la paternidad

Uno de los mayores desafíos que enfrenta Ken es que los niños tienden a preferirlo a él, simplemente porque pasa más tiempo con ellos. «Mi esposa ha compartido que a veces se siente como la ‘segunda opción’ en la paternidad», admite Ken. «Pero le recuerdo que ser el ‘padre de referencia’ no siempre es tan glamoroso como parece. Hay muchos momentos difíciles, como hacer la tarea o acostar a los niños varias veces, que las personas no siempre ven». La conexión de Ken con sus hijos es fuerte, y son momentos como estos los que le recuerdan que tomó la decisión correcta. Incluso en los días difíciles, su vínculo con los niños le da la seguridad de que quedarse en casa fue la elección correcta.

Un trabajo a tiempo completo

Las responsabilidades diarias de Ken incluyen manejar todos los aspectos del hogar: despertar a los niños, dejarlos y recogerlos en la escuela, limpiar, cocinar, hacer la lavandería, jugar, actividades educativas y hasta entrenar los equipos deportivos de los niños. Mientras Andrea ayuda cuando está en casa, Ken asume toda la carga, especialmente cuando ella viaja por trabajo. «Son al menos 12 horas al día, siete días a la semana», dice Ken sobre su rutina diaria. La pareja trabaja en equipo, cada uno manejando diferentes aspectos de las responsabilidades familiares sin una división estricta de trabajo. Ken se ha convertido en el principal cuidador, mientras que Andrea se concentra en su carrera de alto nivel.

La lucha por encajar

La comunidad de Ken está compuesta principalmente por madres, lo que hace que le sea difícil conectar con otros padres que se quedan en casa. «Las mamás generalmente se sienten más cómodas con otras mamás», explica. «Se necesita tiempo para construir ese nivel de confianza y comodidad con un padre». Otro obstáculo para Ken es la pregunta: «¿A qué te dedicas?» Siempre que revela que es un padre que se queda en casa, a menudo siente la necesidad de mencionar su carrera anterior como ingeniero para justificar su decisión. Desafortunadamente, no todos son comprensivos. Ken recuerda un momento cuando otro padre comentó que una madre habría manejado una situación de manera diferente, y otra vez cuando alguien cuestionó cómo su título de ingeniería «lo llevó» a su rol actual. Aunque tales comentarios son frustrantes, Ken se mantiene enfocado en las necesidades de su familia.

El futuro

Mirando hacia el futuro, Ken no está seguro de cuál será su camino profesional una vez que sus hijos crezcan. «Si necesitara regresar al trabajo por razones financieras, haría lo que fuera en el mejor interés de mi familia», dice. «Pero por ahora, estoy aprovechando al máximo el tiempo que paso con mis hijos». Ken planea explorar la posibilidad de comenzar su propio negocio o convertir un pasatiempo en una fuente de ingresos una vez que su hijo más pequeño comience la escuela a tiempo completo. Es poco probable que regrese a la ingeniería, pero está abierto a aventurarse en nuevas áreas. Por ahora, Ken valora la profunda conexión que tiene con sus hijos y está comprometido a disfrutar de estos años formativos con ellos.