logo

Adiós a las fotos en redes sociales: la estricta regla que impone British Airways a su tripulación.

Escritor apasionado con la habilidad de transformar ideas en textos cautivadores. Con experiencia en varios géneros, desde la escritura creativa hasta artículos técnicos, siempre busco captar el interés del lector. Me encanta explorar nuevos temas y crear contenido que informe e inspire.

Carlos

  • Fecha de actualización: julio 16, 2025
  • Fecha de publicación: junio 10, 2025
...

Un descanso sin redes sociales

British Airways ha implementado una nueva y controvertida política que prohíbe a su tripulación realizar una actividad común durante sus escalas: publicar fotografías en redes sociales desde los hoteles donde se hospedan.

La aerolínea ha ordenado a sus empleados dejar de compartir contenido desde estos lugares y eliminar cualquier foto anterior que hayan publicado en hoteles durante las escalas.

Los motivos de seguridad

Esta medida ha sido justificada como una forma de proteger la seguridad del personal, argumentando que alguien con «malas intenciones» podría analizar el fondo de una imagen y descubrir la ubicación exacta del hotel donde se encuentran.

En la práctica, esto significa que ya no se permiten selfies junto a la piscina, ni fotos en los restaurantes de los hoteles, ni ningún contenido similar que documente sus momentos de descanso durante una escala en los hoteles.

¿Privacidad ante todo?

Aunque se enmarca como una política de protección, esta medida también implica un control excesivo sobre la vida privada del personal. No es la primera vez que la aerolínea restringe la actividad en redes sociales: en 2023 ya había impuesto reglas que les prohíben publicar fotos en uniforme mientras se desempeñan en sus funciones, incluso dentro del avión.

Imagen de StockSnap en Pixabay

Un piloto popular en las redes

Uno de los casos más notorios fue el del piloto Dave Wallsworth, conocido por sus publicaciones desde la cabina de vuelo. Debido a la nueva norma, Wallsworth anunció que ya no podría compartir contenido debido a las nuevas directrices.

“Lamentablemente, por las normas recién publicadas, mis colegas y yo ya no podremos publicar cuando estemos ‘profesionalmente activos’ en British Airways. Así que esto marca el fin de mis publicaciones sobre vuelos. Gracias por todos los comentarios amables durante estos años”, escribió en X.

La cuenta de Instagram de este piloto todavía tiene imágenes muy interesantes sobre su vida, sin embargo, no hay nada que haga alusión directa a su trabajo como piloto, como se puede ver en esta publicación:

https://www.instagram.com/p/DJoPHXEsBjG/?utm_source=ig_web_button_share_sheet&igsh=MzRlODBiNWFlZA==

Protegiendo a la tripulación

Aunque estas restricciones han generado críticas entre quienes consideran que la empresa está cruzando la línea que separa la seguridad y el control excesivo de la privacidad, también es justo reconocer que British Airways parece estar tomando en serio la seguridad de su personal en un mundo cada vez más expuesto digitalmente.

Imagen de ming dai en Pixabay

En una era en la que una simple publicación puede revelar ubicaciones exactas, rutinas y vulnerabilidades, la intención de la aerolínea de minimizar riesgos no es descabellada.

Si bien las medidas pueden parecer extremas para algunos, reflejan una creciente conciencia sobre los peligros de la sobreexposición en redes sociales, incluso en contextos aparentemente inofensivos como unas vacaciones laborales.

¿Crear mantequilla del aire que respiramos? Los investigadores revelan los detalles de cómo es posible.

Mariá

  • Fecha de actualización: julio 16, 2025
  • Fecha de publicación: junio 16, 2025
...

Del humo al desayuno: el nacimiento del «aire comestible»

En un laboratorio californiano, lejos de las praderas donde pastan las vacas, un equipo de científicos está fabricando grasa… del aire. Parece ciencia ficción, pero es la última apuesta de la startup Savor, una empresa respaldada por Bill Gates, que acaba de presentar al mundo un producto que desconcierta tanto como fascina: mantequilla sin vacas, sin plantas, sin agricultura. Solo aire, química y tecnología.

¿El resultado? Un bloque cremoso, dorado y untuoso que, según Gates, “no podía creer que no fuera mantequilla real”. Y lo afirma después de haberlo probado personalmente a comienzos de este año.

Grasa sin granjas: un fragmento del alimento que podría cambiar el mundo.

Cómo se cocina el aire

Detrás de esta revolución alimentaria no hay magia… pero casi. Todo comienza con un proceso termoquímico de última generación, una suerte de alquimia moderna que captura dióxido de carbono del aire —sí, del aire mismo— y lo mezcla con hidrógeno y oxígeno en una coreografía molecular que parece salida de una novela de ciencia ficción. El resultado: ácidos grasos sintéticos, los nuevos “ladrillos” con los que se edifica un universo comestible sin precedentes.

Después, la transformación es casi poética: se añade agua, se emulsiona, se colorea con beta-caroteno, se perfuma con aceite de romero… y nace una mantequilla que desafía cada ley conocida de la alimentación tradicional. Kathleen Alexander, la mente visionaria detrás de Savor, lo resume sin rodeos: “Sabe como mantequilla. Punto”, declaró al New Scientist.

Pero esto no es un experimento de laboratorio sin destino: Savor ya opera un centro de producción piloto de más de 2.300 metros cuadrados en Illinois, mientras su sede en San José multiplica su capacidad de innovación. ¿La meta? Tan ambiciosa como provocadora: producir toneladas de grasa al año… sin una sola vaca en el proceso.

¿Y si la agricultura estuviera viviendo sus últimos días?

Lo que propone Savor no es un simple “producto vegano”. Es una declaración de guerra al sistema alimentario que ha sostenido a la humanidad durante milenios. Grasa sin granjas. Comida sin tierra. Alimentos nacidos del aire. Lo que parecía una fantasía futurista hoy comienza a tomar forma… y a aterrar a la vieja industria.

En un informe que ya circula como pólvora entre los círculos científicos y financieros, la fundadora de Savor, Kathleen Alexander, describe un mundo donde la comida no nace del campo, sino del carbono. Y no es solo teoría: la industria alimentaria, una de las mayores responsables de destruir el planeta, podría estar a punto de perder su corona. Entre el 11 y el 19 % de todos los gases contaminantes provienen de ella. ¿El plan? Sustituirla desde el laboratorio.

Bill Gates ya lo ha entendido. No se trata de convencer a la gente de dejar la carne o la mantequilla. Se trata de crear algo tan irresistible que nadie note la diferencia, mientras el planeta respira aliviado. Si es posible hacer mantequilla capturando carbono en vez de soltarlo… estamos ante una revolución con doble filo: menos contaminación y más futuro.

Y no termina ahí. El proceso de Savor consume una fracción mínima del agua que usan los cultivos y ya apunta a sus próximos objetivos: el aceite de palma y el de coco, dos ingredientes que han arrasado selvas enteras. ¿Será este el principio del fin para una industria que parecía intocable?

En diciembre de 2023, la fundadora de Savor, Kathleen Alexander, firmó un estudio que suena como una herejía para el mundo agrícola: Food Without Agriculture.

https://www.nature.com/articles/s41893-023-01241-2

Un manifiesto disfrazado de investigación científica que propone un futuro sin tractores, sin campos, sin estaciones.

¿Es esto el futuro… o solo una burbuja?

La pregunta que flota, como el aire del que surge esta nueva mantequilla, es inevitable: ¿Estamos ante el inicio de una nueva era en la alimentación humana, o simplemente frente a una excentricidad tecnológica destinada a unos pocos?

Savor, con sus triglicéridos sintéticos y sus sueños de librerías moleculares, parece apostar todo por la primera opción. Y si algo ha demostrado la historia, es que cuando la química y el capital se alinean… lo imposible empieza a saber a cotidiano.

https://www.youtube.com/watch?v=OJpAsIDL-3M

No podía creer que no fuera mantequilla’: si Gates lo dice, el futuro está servido.