logo

Cardiólogos comparten 5 hábitos diarios esenciales para sobrevivientes de un ataque al corazón

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
...
Las enfermedades cardíacas afectan a millones de personas y es probable que tú o alguien que conozcas haya sufrido un ataque al corazón. Solo en Estados Unidos, aproximadamente 805,000 personas sufren un ataque cardíaco cada año. Aún más preocupante, 1 de cada 5 sobrevivientes sufrirá otro en los próximos cinco años, según la Asociación Americana del Corazón. La buena noticia es que pequeños cambios en el estilo de vida pueden reducir significativamente el riesgo de futuros problemas cardíacos. Los cardiólogos recomiendan los siguientes hábitos diarios para fortalecer el corazón y prevenir otro evento cardíaco:

1. Mantente activo

La actividad física es una parte fundamental de la recuperación y la salud del corazón a largo plazo. El Dr. George Sokos, presidente del Instituto del Corazón y Vascular de WVU, alienta a todos sus pacientes a mantenerse activos. Sin embargo, el ejercicio adecuado varía según la persona. Para algunos, una caminata diaria es suficiente, mientras que otros pueden realizar entrenamientos más intensos. Para saber qué nivel de actividad es el más adecuado para ti, Sokos recomienda participar en un programa de rehabilitación cardíaca. Estos programas ayudan a los pacientes a desarrollar un plan de ejercicios seguro y efectivo, adaptado a sus necesidades. Independientemente de tu capacidad, lo importante es moverse con regularidad.

2. Sigue una alimentación saludable para el corazón

La nutrición juega un papel clave en la salud cardíaca, especialmente después de un ataque al corazón. Una dieta equilibrada ayuda a controlar factores de riesgo como el colesterol alto, la presión arterial elevada y la obesidad. La Asociación Americana del Corazón recomienda priorizar:
  • Frutas y verduras
  • Granos integrales como arroz integral, quinoa y avena
  • Proteínas magras, incluyendo mariscos, frutos secos y legumbres
  • Grasas saludables provenientes del aceite de oliva y el aguacate
El Dr. Matthew Saybolt, director médico del Programa de Enfermedades Estructurales del Corazón en el Hackensack Meridian Jersey Shore University Medical Center enfatiza que no es necesario seguir una dieta perfecta, pero tomar decisiones más saludables la mayor parte del tiempo puede marcar la diferencia. Reducir los alimentos procesados y altos en grasas es clave para proteger el corazón.

3. Toma tus medicamentos según lo indicado

Muchas personas que han sufrido un ataque al corazón tienen condiciones subyacentes como colesterol alto, hipertensión, diabetes u obesidad. Afortunadamente, existen medicamentos que ayudan a controlar estos factores de riesgo y fortalecen el corazón. Saybolt subraya la importancia de seguir el tratamiento prescrito. «Disponemos de una variedad de medicamentos que reducen el colesterol, previenen la formación de tejido cicatricial en el corazón y ayudan a evitar la insuficiencia cardíaca”, explica. Además, los nuevos medicamentos para la pérdida de peso han mostrado beneficios cardiovasculares. El Dr. Sokos señala que la obesidad es un problema generalizado y que estos tratamientos pueden mejorar la salud cardiovascular mientras ayudan a controlar el peso.

4. Deja de fumar—para siempre

Fumar aumenta significativamente el riesgo de ataque al corazón y accidente cerebrovascular, ya que provoca inflamación y daña los vasos sanguíneos. Saybolt advierte que fumar contribuye a la formación de coágulos sanguíneos, lo que puede llevar a otro ataque al corazón. “Si combinas el tabaquismo con cualquier otro factor de riesgo, el peligro se multiplica”, explica Sokos. Aunque dejar de fumar puede ser difícil, él recomienda buscar apoyo médico y recursos para facilitar el proceso.

5. Prioriza las visitas médicas regulares

Una vez que alguien ha tenido un ataque al corazón, la atención médica continua es esencial. “Los sobrevivientes de un ataque cardíaco son pacientes de por vida”, dice Saybolt. “Nuestro objetivo siempre será evitar que ocurra otro”. Al principio, la mayoría de los pacientes siguen de cerca su tratamiento, pero con el tiempo, algunos dejan de asistir a sus citas médicas. Sokos insta a los sobrevivientes a mantenerse en contacto con sus equipos médicos. Los chequeos regulares permiten actualizar los planes de tratamiento y detectar cualquier problema a tiempo. También es importante recordar que el envejecimiento natural puede afectar la salud del corazón. Saybolt aconseja a los pacientes que no se desanimen: “Incluso aquellos que llevan una vida muy saludable pueden experimentar problemas cardíacos con la edad. Afortunadamente, hoy en día contamos con muchas soluciones”. Adoptar estos hábitos diarios puede mejorar significativamente la salud a largo plazo y reducir el riesgo de futuras complicaciones. Pequeños esfuerzos constantes realmente marcan la diferencia.

Una botella de vino a la semana: ¿puede ser buena para tu salud cardíaca?

Simon Strömberg

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
...
Estudios recientes sugieren que beber una botella de vino a la semana, combinado con una dieta mediterránea, podría ofrecer beneficios para la salud del corazón similares a los de los medicamentos como las estatinas. Sin embargo, mientras algunos estudios apoyan esta idea, otros advierten sobre los peligros del consumo excesivo de alcohol. Entonces, ¿cuál es la verdad?

El debate: ¿es el vino bueno para el corazón?

Durante años, la investigación ha estado dividida sobre los efectos del vino en la salud del corazón. Algunos estudios apuntan a los beneficios del consumo moderado de vino, mientras que otros advierten contra el exceso. El desafío ha sido la dependencia de los informes autoinformados sobre el consumo de alcohol, los cuales a menudo pueden ser inexactos.

Un nuevo enfoque: medir el consumo de vino a través de la orina

Para obtener una imagen más precisa, un estudio reciente se centró en un marcador objetivo del consumo de vino: los niveles de ácido tartárico en la orina. Este químico, presente en el vino, permitió a los investigadores eludir las imprecisiones de los autoinformes. El estudio utilizó datos de un proyecto de investigación sobre la dieta mediterránea, un plan alimenticio saludable para el corazón que es rico en aceite de oliva, verduras, pescado y nueces, y bajo en alimentos procesados. Se siguió a 1.232 adultos mayores con alto riesgo de enfermedades cardíacas, recogiendo muestras de orina al inicio del estudio y nuevamente un año después.

Los hallazgos: ¿cómo afecta el vino la salud del corazón?

A lo largo de cuatro a cinco años, los participantes desarrollaron 685 casos de enfermedades cardíacas, incluidos infartos, accidentes cerebrovasculares y muertes por enfermedades cardiovasculares. Los resultados fueron sorprendentes:
  • Los participantes que bebieron entre 3 y 12 copas de vino al mes tuvieron un 38% menos de riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con aquellos que bebieron menos de una copa al mes.
  • Aquellos que consumieron entre 12 y 35 copas al mes experimentaron un 50% menos de riesgo.
  • Sin embargo, beber más de esta cantidad redujo los beneficios para la salud del corazón.
Estos hallazgos, publicados en European Heart Journal, sugieren que el consumo moderado de vino podría reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, especialmente cuando se combina con una dieta mediterránea.

Opiniones de expertos

El profesor Ramón Estruch, investigador principal de la Universidad de Barcelona, explicó que al analizar el ácido tartárico en las muestras de orina, pudieron medir el consumo de vino con mayor precisión. “Los resultados fueron mucho más fuertes de lo que otros estudios habían mostrado. Una reducción del 50% en el riesgo podría ser incluso mayor que los beneficios de algunos medicamentos, como las estatinas”, dijo. Estruch también señaló que el consumo moderado de vino podría explicar hasta el 20% de los beneficios atribuidos a la dieta mediterránea. Este porcentaje podría ser aún mayor, según los resultados del estudio. Sin embargo, advirtió que el estudio se centró en un grupo específico: adultos mayores que vivían en una región mediterránea con un alto riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que los hallazgos pueden no ser aplicables de manera universal. La edad ideal para comenzar con el consumo moderado de vino parece ser alrededor de los 35-40 años. Además, las mujeres deberían consumir la mitad de la cantidad recomendada para los hombres, y lo ideal es beber vino con las comidas.

El papel de la dieta: el vino y la alimentación saludable para el corazón

Aunque el consumo moderado de vino parece ofrecer beneficios para la salud del corazón, el profesor Paul Leeson, cardiólogo de la Universidad de Oxford, destacó la importancia de una dieta saludable. «El vino puede ayudar, pero es crucial que se consuma dentro de un patrón alimenticio saludable para el corazón, como la dieta mediterránea. Las personas que beben cantidades moderadas de vino y también siguen esta dieta podrían ver los mejores beneficios», dijo. Leeson también destacó que el estudio utilizó niveles de ácido tartárico como un marcador biológico, lo que es más preciso que los autoinformes sobre el consumo. Sin embargo, recordó que el estudio solo muestra una asociación, no una causa directa. Podría haber otros factores que contribuyan a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, como la dieta, el ejercicio y otros hábitos de vida.

¿Cuál es la conclusión?

El consumo moderado de vino podría, de hecho, contribuir a una mejor salud cardíaca, especialmente cuando se disfruta junto con una dieta mediterránea equilibrada. La clave, como con todo, es la moderación. Una botella de vino a la semana (o unas 35 copas al mes) parece ser beneficiosa, pero beber más de eso podría eliminar los beneficios. Antes de empezar a servirte una copa, recuerda que la moderación es clave, y el enfoque más saludable combina el vino con comidas nutritivas y hábitos generales saludables para el corazón.