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El padre que se queda en casa, Ken Mac, comparte su experiencia: de ingeniero con un salario de seis cifras a cuidador a tiempo completo

Johannes

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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Ken Mac, un padre de 43 años que se queda en casa en el área de Chicago, tomó la decisión de cambiar su vida y dejar su trabajo como ingeniero con un salario de seis cifras para hacerse cargo de sus cuatro hijos. Su esposa, Andrea, es la principal proveedora de la familia, ganando más de $500,000 anuales como directora de marketing de una firma de abogados. Durante los últimos siete años, Ken ha asumido el rol de padre que se queda en casa, manejando las tareas del hogar y criando a los niños mientras Andrea se concentra en su exitosa carrera.

Un cambio de carrera por la familia

Antes de convertirse en un padre que se queda en casa, Ken trabajaba como ingeniero de diseño de productos en una empresa global de fabricación industrial. Estuvo en la empresa durante 15 años, disfrutaba de su trabajo, construyó relaciones profesionales fuertes y tenía un buen salario. Sin embargo, cuando nació su tercer hijo, Ken y Andrea se dieron cuenta de que la dinámica familiar necesitaba un cambio. La carrera de Andrea avanzaba rápidamente y Ken sentía que uno de los padres debía quedarse en casa para cuidar de los niños. Después de considerar los costos del cuidado infantil, que habrían consumido una parte importante de los ingresos después de impuestos de Ken, decidieron que él se quedara en casa.

Abrazando los desafíos de la paternidad a tiempo completo

Aunque Ken no se arrepiente de su decisión, ser un padre que se queda en casa no siempre ha sido fácil. Extraña los logros y la identidad profesional que tenía con su carrera de ingeniería, además de las conexiones con amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, considera que la recompensa de pasar tiempo con sus hijos supera con creces su experiencia profesional anterior. «Nuestra familia no sigue los roles tradicionales de género», dice Ken. «No nos guiamos por eso, simplemente es la forma en que funciona nuestra familia, y se siente bien». La relación de Ken y Andrea ha permanecido fuerte a medida que sus roles han evolucionado, basada en el respeto mutuo, la comunicación y la comprensión. A pesar del arreglo no tradicional, su amor y atracción mutua han crecido con los años. Ken está especialmente orgulloso del éxito financiero de Andrea, y la pareja se asegura de comunicarse abiertamente para evitar que surjan resentimientos.

Navegando por la dinámica de la paternidad

Uno de los mayores desafíos que enfrenta Ken es que los niños tienden a preferirlo a él, simplemente porque pasa más tiempo con ellos. «Mi esposa ha compartido que a veces se siente como la ‘segunda opción’ en la paternidad», admite Ken. «Pero le recuerdo que ser el ‘padre de referencia’ no siempre es tan glamoroso como parece. Hay muchos momentos difíciles, como hacer la tarea o acostar a los niños varias veces, que las personas no siempre ven». La conexión de Ken con sus hijos es fuerte, y son momentos como estos los que le recuerdan que tomó la decisión correcta. Incluso en los días difíciles, su vínculo con los niños le da la seguridad de que quedarse en casa fue la elección correcta.

Un trabajo a tiempo completo

Las responsabilidades diarias de Ken incluyen manejar todos los aspectos del hogar: despertar a los niños, dejarlos y recogerlos en la escuela, limpiar, cocinar, hacer la lavandería, jugar, actividades educativas y hasta entrenar los equipos deportivos de los niños. Mientras Andrea ayuda cuando está en casa, Ken asume toda la carga, especialmente cuando ella viaja por trabajo. «Son al menos 12 horas al día, siete días a la semana», dice Ken sobre su rutina diaria. La pareja trabaja en equipo, cada uno manejando diferentes aspectos de las responsabilidades familiares sin una división estricta de trabajo. Ken se ha convertido en el principal cuidador, mientras que Andrea se concentra en su carrera de alto nivel.

La lucha por encajar

La comunidad de Ken está compuesta principalmente por madres, lo que hace que le sea difícil conectar con otros padres que se quedan en casa. «Las mamás generalmente se sienten más cómodas con otras mamás», explica. «Se necesita tiempo para construir ese nivel de confianza y comodidad con un padre». Otro obstáculo para Ken es la pregunta: «¿A qué te dedicas?» Siempre que revela que es un padre que se queda en casa, a menudo siente la necesidad de mencionar su carrera anterior como ingeniero para justificar su decisión. Desafortunadamente, no todos son comprensivos. Ken recuerda un momento cuando otro padre comentó que una madre habría manejado una situación de manera diferente, y otra vez cuando alguien cuestionó cómo su título de ingeniería «lo llevó» a su rol actual. Aunque tales comentarios son frustrantes, Ken se mantiene enfocado en las necesidades de su familia.

El futuro

Mirando hacia el futuro, Ken no está seguro de cuál será su camino profesional una vez que sus hijos crezcan. «Si necesitara regresar al trabajo por razones financieras, haría lo que fuera en el mejor interés de mi familia», dice. «Pero por ahora, estoy aprovechando al máximo el tiempo que paso con mis hijos». Ken planea explorar la posibilidad de comenzar su propio negocio o convertir un pasatiempo en una fuente de ingresos una vez que su hijo más pequeño comience la escuela a tiempo completo. Es poco probable que regrese a la ingeniería, pero está abierto a aventurarse en nuevas áreas. Por ahora, Ken valora la profunda conexión que tiene con sus hijos y está comprometido a disfrutar de estos años formativos con ellos.

Rachel está en la mejor forma de su vida a los 44 – estos son sus 7 hábitos diarios

Henrik

  • Fecha de actualización: marzo 14, 2025
  • Fecha de publicación: marzo 4, 2025
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El viaje de transformación de Rachel comenzó cuando se encontró en una encrucijada. Había ganado 30 kilos y se sentía atrapada en un ciclo de depresión, inseguridad y aislamiento. Con tres hijos menores de cinco años, estaba agotada y luchaba por mantenerse al día, tanto físicamente como mentalmente. Su energía estaba agotada, su cuerpo dolía constantemente y fue diagnosticada con osteopenia en ambas caderas. Tomó conciencia de la situación de golpe: si no hacía un cambio, no sería capaz de vivir la vida activa y aventurera que siempre había imaginado con sus hijos: esquiar, surfear y explorar el mundo juntos.

Rachel está orgullosa de su transformación

El punto de inflexión llegó en 2016 cuando su hermano la sentó para una conversación de corazón a corazón, diciéndole que ya no parecía la misma. Sus palabras le hicieron reflexionar. Sabía que era el momento de actuar. Reconoció que su mentalidad de perfeccionista y de todo o nada había sido un obstáculo. Años de atracones y dietas yo-yo habían pasado factura a su cuerpo y mente, pero esta vez, estaba decidida a hacer un cambio duradero, uno basado en la sostenibilidad y el equilibrio.

Haciendo un cambio

A los 40 años, comenzó poco a poco caminando alrededor de su manzana. Esas caminatas se convirtieron en viajes al parque, que finalmente llevaron a breves entrenamientos en casa de 25 minutos. A medida que su confianza crecía, también lo hacía su compromiso. Se unió a un gimnasio y comenzó a hacer ejercicio cinco días a la semana. Su rutina incluía HIIT y entrenamiento de fuerza, con un par de sesiones de cardio de baja intensidad como caminar o usar la elíptica para equilibrar las cosas.

La nutricionista y coach de bienestar Rachael Sacerdoti sigue una rutina diaria sostenible

A lo largo de este viaje, ha adoptado la idea de sostenibilidad. Si algo no es sostenible, no lo hará. Ha aprendido que el equilibrio es clave: quiere disfrutar de su vida, no vivir en restricción. Esta filosofía le ha permitido mantener su progreso sin sentirse privada o abrumada. Atribuye su éxito a estos siete hábitos diarios…

Sus hábitos diarios

Chequeo de mentalidad Prioriza el progreso sobre la perfección y ha dejado atrás la mentalidad de todo o nada. Este cambio de mentalidad ha sido crucial para su éxito a largo plazo. Entrenamientos diarios Su enfoque combina entrenamiento de fuerza con cardio de baja intensidad. Realiza cinco sesiones semanales, enfocándose en la sobrecarga progresiva para desafiarse constantemente.

Rachel trabaja duro en su rutina de fitness y bienestar

Nutrición equilibrada Prioriza los alimentos integrales y una dieta alta en proteínas. Su día típico incluye tres comidas y un snack, a menudo complementado con un batido de proteínas. Apunta a 140 gramos de proteínas la mayoría de los días. Movimiento Cada día apunta a 7.000-10.000 pasos. El movimiento general es vital no solo para quemar calorías, sino también para mantener los niveles de energía y aliviar las molestias en las articulaciones.

Rachel siempre se mantiene activa

Hidratación Se empuja a sí misma a beber al menos 2,5 litros de agua diarios. No siempre es fácil ya que no es una gran bebedora de agua, pero sabe que es esencial para su salud y se siente mucho mejor por ello. Descanso y recuperación Su alarma de sueño suena a las 10 p.m. para recordarle que es hora de priorizar el descanso. Dormir lo suficiente es una prioridad innegociable, especialmente cuando debe equilibrar sus objetivos de fitness con la dirección de un negocio y el cuidado de su familia. Suplementos Su régimen diario incluye cinco gramos de creatina, vitamina C, bisglicinato de magnesio y ashwagandha antes de acostarse para apoyar su bienestar general.

Unas palabras sobre la motivación

Su último consejo: la motivación es efímera. Es fácil sentirse motivado antes de unas vacaciones en la playa o un evento especial, pero no dura. Es por eso que no se basa solo en la motivación. En su lugar, ha construido una base de disciplina que la lleva a través de los días en los que no lo siente. Tiene una regla simple: si después de 10 minutos aún no se siente motivada, se permite detenerse. Pero casi cada vez, se empuja y termina teniendo una gran sesión. Se trata de aparecer, día tras día, y hacer del fitness una parte no negociable de su vida.