
A la edad de 101 años, esta persona reflexiona sobre la sabiduría y las experiencias que han marcado su vida notable, ofreciendo valiosas ideas para los demás. En contra de la creencia común de que la vida termina después de cierta edad, argumenta que los años posteriores pueden ser los mejores, llenos de crecimiento y alegría.
Nacida en Cleveland, Ohio, en 1922, enfrentó un comienzo difícil en la vida. Su padre, un contrabandista, fue trágicamente asesinado cuando ella tenía solo dos años, víctima de una guerra territorial de la mafia. Se casó joven, poco después de cumplir 19 años, y tuvo tres hijos, pero finalmente dejó un matrimonio infeliz después de 25 años, disfrutando de su independencia recién adquirida.
En sus 40 años, comenzó a mantenerse por sí misma escribiendo para periódicos. Más tarde, después de casarse nuevamente, tuvo el privilegio de escribir novelas a tiempo completo. Hoy en día, en Austin, lleva una vida tranquila y plena, aún publicando libros—su noveno libro fue lanzado este año—, disfrutando de la compañía de sus seres queridos y continuando leyendo. Aunque su estilo de vida es más tranquilo ahora que en su juventud, atesora este tiempo y desea que otras personas de su edad pudieran adoptar la misma actitud.
Aquí están ocho principios que la han guiado hacia una vida larga y feliz:
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Nunca creer que has «terminado»
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Relacionarse con personas de todas las edades
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Encuentra alegría en las pequeñas cosas
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Sé auténtico, cueste lo que cueste
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Haz lo que te apasiona
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Mueve tu cuerpo, descansa tu mente
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Evita Quedarte Atascado en la Negatividad
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Haz Lo que Sabes que Debes Hacer