
En los hogares de toda China está tomando fuerza una práctica tan inusual como fascinante. Jóvenes abrumados por el estrés y la presión diaria están recurriendo a algo que, a simple vista, parece inofensivo… pero que podría revelar mucho más de lo que aparenta. Lo que hacen no es ilegal, no es peligroso. Pero sí profundamente extraño.
Desde masas vivas que burbujean hasta rocas con personalidad, pasando por huesos de frutas tallados con devoción, este comportamiento está desconcertando a psicólogos, sociólogos y hasta a sus propios protagonistas.
Levadura viva: la mascota que puedes comerte
Todo comienza con una mezcla aparentemente inocente de harina y agua. Pero para quienes la cultivan, no es comida: es compañía.
Le llaman “la mascota de levadura”, aunque algunos prefieren nombres más personales, como “Yeasty Boy” o incluso “mi gusano de cara”.
“Es perfecto: no exige nada, pero me hace sentir que cuido de alguien. Solo verla burbujear me relaja”, cuenta Xiao Xiao, una joven de Shenzhen.
Día tras día, alimentan esa masa. La abrigan en invierno. Le hablan. Y cuando llega el día siete… algunos hacen pan. Otros, simplemente empiezan de nuevo.

Más que objetos: lo que están humanizando en secreto
Lejos de los animales tradicionales, una nueva generación está adoptando —o más bien, creando— sus propios compañeros:
- Los “perros de mango” Restos de fruta tallados, pintados, vestidos. Algunos tienen casas. Otros, nombre y carácter. “Pequeño Amarillo no ladra, pero siempre está”, dice un usuario.
- Pasta dental viva Una masa azul moldeada a partir de dentífrico. Su dueña le canta, la riega, la hace surfear por el lavabo. Casi 100.000 likes después, ya no está sola.

- Rocas con sentimientos Pintadas, adoptadas, escuchadas. Una tienda vendió más de mil en un mes. “Mi roca me entiende sin decir nada”, escribe alguien en un foro.
- Cajas con alma Cartones con nombre, personalidad e incluso biografía. Boxy es tímido. A Boxy no le gusta la luz.
¿Juego, refugio… o algo más?
Expertos en salud mental comienzan a mirar el fenómeno con atención. No por lo que es, sino por lo que podría estar indicando.
- “Son objetos de transición. Un intento por manejar la ansiedad”, explica el Dr. Li Wen.
- “Permiten vínculos sin riesgo. No pueden decepcionarte”, advierte la Dra. Zhang.
- En 2030, se espera que haya más mascotas que niños pequeños en China.
Y mientras tanto, estas “compañías” están generando comunidades enteras. Foros dedicados. Fotos compartidas. Dramas reales (“Mi levadura murió hoy. Estoy devastado.”)
¿Una moda excéntrica o un grito silencioso?
Las tiendas ya venden kits para empezar, ropa para semillas de mango, frascos con instrucciones para “criar” una buena masa madre.
Pero la gran pregunta no es qué están haciendo… sino por qué.
“Mi levadura no me juzga. Me deja ser. Y verla crecer me hace sentir vivo”, confiesa un joven usuario.
¿Qué hay detrás de este fenómeno? ¿Una simple moda, una necesidad emocional, o el reflejo de una generación que busca refugio en lo inerte para escapar de un mundo abrumador?
¿Y tú? Adoptarías algo que no late, no habla… pero te entiende mejor que nadie?