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Una cancha de futbol en la jungla se vuelve viral: acceso solo para aventureros

Escritor apasionado con la habilidad de transformar ideas en textos cautivadores. Con experiencia en varios géneros, desde la escritura creativa hasta artículos técnicos, siempre busco captar el interés del lector. Me encanta explorar nuevos temas y crear contenido que informe e inspire.

Carlos

  • Fecha de actualización: junio 11, 2025
  • Fecha de publicación: junio 3, 2025
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🔥 EL CAMPO DE FÚTBOL MÁS MÁGICO DEL MUNDO ESTÁ EN LA JUNGLA (y solo los más aventureros llegan)

«Parece escenario de videojuego, pero es real: una cancha de ensueño devorada por la selva de Malasia»

⚽ UN DESCUBRIMIENTO DE DRONE

En lo profundo de la jungla de Sabah (Malasia), el profesor de la Escuela Nacional Longongon capturó con su dron Mavic Pro esta joya escondida:

  • Cancha de fútbol 5 cubierta de enredaderas y vegetación.
  • Diseño natural: Las plantas envuelven el alambrado para refrescar a los jugadores.
  • Acceso épico:
    • 🚶‍♂️ 15 min trekking (para estudiantes).
    • 🚙 3 horas en 4×4 (con cruce de río incluido).

¿Real o fantasía?

🌿 POR QUÉ ES TAN ESPECIAL

  1. Sistema de refrigeración natural: Las enredaderas bajan la temperatura 10°C en verano.
  2. Filtro de aire puro: Sin contaminación, solo oxígeno de selva.
  3. Barrera anti-turistas: La dificultad de acceso lo mantiene virgen.

🚨 ATENCIÓN: Este mapa es el ÚNICO salvoconducto para llegar al campo de fútbol más escondido del mundo. ¡Ni el GPS funciona aquí!

📱 EL POST QUE VOLVIÓ LOCO A INTERNET

Publicado en Harimau Malaya (21 mayo), se convirtió en viral: 14,000 shares en días. Medios internacionales lo llamaron «El campo de fútbol más fotogénico del mundo». Comentario dorado: «Hasta Messi merece perderse aquí».

@SabahTravel «GPS no funciona. Solo instinto y pasión por el fútbol te llevan aquí”

🌎 COMPARACIÓN ÉPICA

  • vs. Malasia: Una cancha que la selva quiere devorar (¡lleva las botas de trekking!)
  • vs. Noruega: Un campo FLOTANTE entre fiordos (¿te atreves a patear el balón aquí?)

Lo que no te cuentan de Ozempic

Mariá

  • Fecha de actualización: junio 11, 2025
  • Fecha de publicación: junio 3, 2025
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Un análisis basado en los datos médicos de más de 2,4 millones de personas con diabetes que utilizan medicamentos análogos del GLP-1 sugiere que estos tratamientos, conocidos popularmente por su uso para perder peso, también pueden tener efectos beneficiosos en la salud cardiovascular y mental, así como en la prevención de algunas demencias. Sin embargo, también podrían estar relacionados con un mayor riesgo de desarrollar problemas digestivos, renales y pancreáticos.

Pincharse para adelgazar… ¿y algo más?

Estos fármacos, en contraste con muchos productos que prometen resultados sin base, sí han demostrado eficacia para reducir el peso corporal, lo que ha contribuido a su fama como una especie de “remedio milagroso”.

Esa percepción de que ayudan a adelgazar sin esfuerzo ha generado una demanda tan elevada que incluso han llegado a escasear en las farmacias, impidiendo su uso en pacientes con diabetes tipo 2, para quienes fueron desarrollados originalmente.

De acuerdo con una encuesta reciente en Estados Unidos, aproximadamente uno de cada ocho adultos los ha utilizado o probado. Pero su creciente popularidad ha desplazado la atención sobre posibles efectos adversos. Un nuevo estudio publicado esta semana en Nature Medicine confirma que, aunque poco frecuentes, estos efectos secundarios pueden ser relevantes.

Los beneficios de Ozempic, Mounjaro, Wegovy y demás

La historia del Péptido Similar al Glucagón tipo 1 (GLP-1) comienza entre las décadas de 1970 y 1980, cuando varios investigadores comenzaron a estudiar este compuesto. Se trata de una hormona intestinal derivada de un único gen, al igual que otras dos.

Fue Svetlana Mojsov, científica del Hospital General de Massachusetts, quien identificó el GLP-1 como un péptido que estimula la producción de insulina en respuesta a la ingesta de glucosa, lo que lo convirtió en un posible candidato para tratar la diabetes tipo 2, donde la insulina pierde su efectividad y los niveles de azúcar en sangre aumentan.

Desde la aparición en el mercado del primer medicamento de esta clase, Byetta, en 2005, su capacidad para favorecer la pérdida de peso comenzó a popularizar estos fármacos.

Debido a que el GLP-1 se descompone rápidamente en el cuerpo, fue necesario desarrollar versiones sintéticas de acción prolongada, un proceso que llevó años. Durante esas investigaciones, se descubrió algo crucial: estos medicamentos también suprimen el apetito y ralentizan la digestión, lo que contribuye a una mayor sensación de saciedad.

Tras Byetta, llegaron nuevas versiones y nombres comerciales. Ozempic es quizá el más famoso —aprobado en EE.UU. en 2017 y en Europa al año siguiente—, aunque existen otras marcas como Wegovy, Rybelsus o Mounjaro.

Prohibida su venta sin receta

El impacto ha sido tal que en 2023, la revista Science los reconoció como el mayor avance científico del año. Por su parte, Nature incluyó a Mojsov en su lista de personas más influyentes en ciencia, reconociendo su contribución tras años de escaso reconocimiento.

Sin embargo, como ocurrió en su día con la Viagra, la popularidad de estos fármacos ha tenido consecuencias más controvertidas: en España, la Agencia de Medicamentos ha advertido sobre su venta sin receta, lo que ha provocado desabastecimientos, mientras que la OMS alertó sobre copias falsas. Según datos de la empresa BrandShield, se han detectado más de 250 webs ofreciendo versiones fraudulentas.

Los peligros de la poca investigación a largo plazo

“El uso de estos medicamentos ha explotado”, afirma Ziyad Al-Aly, epidemiólogo de la Universidad de Washington en San Luis, quien también lidera el Centro de Epidemiología Clínica del sistema de salud para veteranos. “Y sin embargo, nadie había hecho un estudio tan completo sobre sus beneficios y riesgos”.

Al-Aly utilizó registros médicos de pacientes veteranos para construir una base de datos anónima. Comparó los resultados de salud de 215.970 personas que tomaban análogos de GLP-1 con más de dos millones que usaban otros tratamientos antidiabéticos entre 2017 y 2023, hasta alcanzar una muestra total superior a los 2,4 millones.

El trabajo muestra que, además de los beneficios cardiovasculares y la reducción del riesgo de trombos, también hay asociaciones con una menor incidencia de adicciones, ciertos trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia, intentos de suicidio, convulsiones, infecciones y sus complicaciones, así como demencias como el alzhéimer. Aunque estos beneficios no son extremos —rondan entre el 10 y el 20 % de reducción del riesgo, un 12 % en el caso del alzhéimer—, sí son estadísticamente significativos.

No obstante, Al-Aly advierte que el estudio no demuestra causalidad, solo correlaciones. Señala que estos medicamentos actúan sobre receptores del cerebro relacionados con el control de impulsos, la adicción y los sistemas de recompensa, lo cual podría explicar parte de sus efectos. Además, menciona que la reducción de inflamación cerebral y el adelgazamiento pueden favorecer la salud neurológica.

Efectos secundarios preocupantes

Pero no todo es positivo. El estudio también detectó un incremento en problemas como hipotensión con desmayos, trastornos del sueño, cefaleas, artritis, problemas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarreas, e incluso parálisis gástrica), afecciones renales y pancreáticas.

Estos dos últimos efectos se documentan por primera vez en esta investigación. Aunque no son comunes, pueden tener consecuencias serias, por lo que los autores recomiendan vigilar síntomas de pancreatitis o cálculos renales en pacientes que siguen este tratamiento.

El balance general del estudio muestra una disminución en el riesgo de 42 condiciones de salud y un aumento en otras 19. Sin embargo, Al-Aly reconoce limitaciones: la muestra está compuesta en su mayoría por hombres mayores, y no se han considerado diferencias según dosis ni grupos poblacionales específicos.

“Nuestros hallazgos abren la puerta a nuevas aplicaciones médicas para estos medicamentos”, concluye Al-Aly, “pero también subrayan la importancia de monitorizar cuidadosamente sus efectos adversos”.